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Y el pueblo habló

Y se cumplieron los pronósticos. Las mayorías absolutas desaparecieron.

Antonio Adán: “Ahora quiero disfrutar del Betis en Primera División”

Desde Undécima Parada conversamos con Adán, portero del Betis para repasar su trayectoria y conocerle un poco mejor.

También hubo giro a la izquierda en TV: laSexta, líder de la noche electoral

El pasado domingo el pueblo habló, pero no solo lo hizo en las urnas.

Concha Chamorro: “Sin periodismo no hay democracia”

Chamorro es una mujer luchadora y muy abierta. Desde el primer momento que la vi entrar por la puerta de la cafetería donde quedamos, noté su fuerza y su gran energía.

La moda, una enfermedad contagiosa

Actualmente el mundo de la moda está generando muchas controversias. No solo influye en la manera de vestir, para muchos se convierte en un estilo de vida.

jueves, 11 de junio de 2015

Carreras de película… en la vida real



La prueba de Portugal, disputada en mayo de 2015, supone la quinta carrera del WRC, o World Rally Championship (más conocido como “World Rally Car”), un campeonato en el que 19 pilotos compiten a lo largo de todo el año en 13 carreras –en julio hay dos- por convertirse en el piloto de rallyes más rápido del mundo. Una competición en la que participa un representante español, el cántabro Dani Sordo, como miembro de la escudería Ferrari. A falta de 8 carreras para el final del mundial, el español va 7º, a una distancia bastante grande, aunque no imposible de rebajar, del líder provisional del mundial, el francés Sébastien Ogier. 



Clara Berbel

martes, 9 de junio de 2015

Periodistas que escriben para periodistas





Luis Miguel Torres Chico es el director de la agencia de noticias castellano-leonesa ICAL. Nos habla del trabajo de este tipo de empresas de comunicación, y la utilización de sus informaciones en los medios que llegan al gran público. 

P.- Está permitido “plagiar” las noticias de agencia, es decir, por la propia identidad de agencias de noticias y gabinetes de comunicación puede decirse que la “propiedad intelectual” de la noticia no está protegida, y por lo tanto los periodistas pueden hacer uso de ellas. Sin embargo, ¿debería copiarse textualmente el teletipo? ¿No supone esto una falta de rigor periodístico por parte del periodista que lo copia?

R.- Las agencias somos un medio de comunicación a la sociedad -aún con intermediarios- que se rige por las reglas de publicación de cualquier medio: rigor, contraste de fuentes, tratamiento periodístico de los textos, criterios de noticiabilidad y valoración, entre otros.
Como en tantos aspectos del periodismo no están regulados de forma positiva, pero los usos y la ética periodística lleva a que las informaciones de agencia vayan firmadas como de agencia. Es una garantía para el medio que lo publica puesto que van identificadas y una buena práctica. La agencia avala la veracidad y la calidad de esa información. En los últimos tiempos, incluso, se ha dado el salto y junto con el nombre de la agencia, figura también el del periodista que la firma, como mayor garantía. La propiedad intelectual, por lo tanto, es del autor de la noticia y de la agencia que la distribuye, aunque legalmente, el responsable último de lo que se publica en un periódico, proceda de la fuente que proceda, es el director del mismo.  La noticia está protegida en tanto en cuanto sólo deberían acceden a ella los clientes que pagan la cuota. La agencia, como cualquier medio de comunicación, es un negocio.
Respecto a si se debería dar el teletipo íntegro o no, depende de las situaciones. Lo que debe hacerse es identificar la fuente en el momento en que se utilice. Por ejemplo: se puede utilizar el teletipo íntegro y firmarlo, pero también se puede elaborar desde la redacción una información y utilizar parte del teletipo para elaborarla o completarla. En este caso, habría que informar al lector de la parte que se ha obtenido de la agencia. Se puede utilizar una parte de la agencia para rebatirlo con otras fuentes, siempre citándolas. Lo que es inadmisible es utilizar el teletipo para desvirtuar lo que allí dice: dar la vuelta a la información de la agencia para, bajo su firma, decir todo lo contrario o manipular lo que allí se dice.
Es el lector el titular del derecho a la información y, por lo tanto, debe recibir todos los datos importantes, entre ellos es relevante saber la fuente en la que se han obtenido, sea directa o sea una agencia.

P.- Un periodista muchas veces no comprueba la veracidad de la información de agencia, no busca otras fuentes... ¿Es la información de agencia absolutamente fiable? ¿Se comprueba todo lo que se publica, se buscan fuentes diversas… o un tuit de la policía informando de un accidente sirve como base para un teletipo?
R.- Como dije antes, la información que trasmite una agencia tiene todas las garantías de rigor, calidad y contraste exigibles. Ese es el valor añadido de una agencia: que cuando estás ante un teletipo sabes que se han hecho todas las comprobaciones que exige el rigor y la ética periodística. En lo personal, si sabes que tus clientes principales son otros profesionales, haces que las exigencias sean máximas porque sabes que te juzgan día a día quienes saben de periodismo. Por eso, la información de agencia es absolutamente fiable, está absolutamente contrastada y nunca un tuit será una noticia. A través de un tuit de la Policía podremos ponernos a investigar si es cierto o no, pero una información no será nunca un twit. La agencia debe ser todo lo contrario a twitter: no podemos permitirnos el lujo de frivolizar con algo tan importante como es la información y el derecho a la información, fundamental para la calidad democrática de una sociedad; a un periodista no se le puede permitir ofrecer noticias en trazos gruesos, sino que debe ir al matiz y a la calidad y, por último, una sociedad cuya dieta informativa sea de 140 caracteres es cívica e informativa anoréxica.

P.- Vivimos en un mundo que se mueve a un ritmo vertiginoso, parece que primara el dar la información “antes” que “bien”. Los medios de comunicación no tienen tiempo, muchas veces, para cubrir tanta información como lo hacen las agencias… ¿cómo lo hacéis? ¿Qué os diferencia del medio de comunicación al uso, por qué vosotros sí podéis, y ellos no?
R.- Cada agencia tiene su forma de trabajar, pero la clave está en la selección de noticias que se cubrirán al día siguiente o ese mismo día. Cuentas con los efectivos que tienes y debes seleccionar de qué vas a informar. En este punto, mi criterio es que somos una agencia de servicios a otros medios así que intentamos cubrir lo importante del día, pero también lo que necesitan. Asimismo, procuramos hacer informaciones y gráficos que aporten background a otros medios en sus informaciones. Y, por último, y esto es lo que creo que nos distingue: durante los periodos de menor información de agenda -fines de semana, vacaciones, etc.- procuramos dejar una serie de temas propios que puedan servir y ser de interés para nuestros clientes. La clave está en la planificación a medio plazo y en criterios claros de selección de citas informativas que cubrimos.
Mi criterio, en contra de lo que ha sido tradicional para las agencias, no es dar la información antes, sino darla bien. Si se puede dar el primero, mejor, pero ese no es ni el principal criterio, ni mi objetivo. Prefiero que mis clientes digan que cuando lo da Ical es que es así a precipitarme y dar un teletipo que no sea riguroso. Es lo que me puede distinguir de las redes sociales y lo que, a la larga me convierte en un medio fiable. En cuanto a las diferencias entre los medios y la agencia a la hora de llegar a todos los temas, se trata de enfoques distintos de la tarea. El núcleo decisivo de un periódico es la información diferenciada y propia que lleve y para eso se requieren recursos y tiempo. A ellos es a lo que dedican la mayor parte de los redactores porque saben que tienen una agencia que les hará llegar las noticias 'de agenda' con rigor y luego ellos pueden seleccionar y editar lo que les interese o les parezca importante. Asimismo, la agencia sirve para facilitarles la información que se genera en otras provincias y, de este modo, se abaratan costes ya que es difícil tener una red -a mayores de la local- que llegue a todo el territorio. Ical cuenta con unos 15 corresponsales literarios fuera de Valladolid y otros tantos fotógrafos de prensa.

P.- ¿Cómo se entera una agencia de todas esas “noticas de última hora”?
R.- Como el resto de los medios: tenemos rutinas de trabajo (llamada al 112, Guardia Civil, Policía....) y fuentes en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, la sanidad, los partidos políticos, el gobierno... que nos avisan. Pero lo más importante no es la última hora, como el seguimiento diario y continuo de los temas para saber en qué momento se encuentra cada una de las cuestiones informativas (una negociación, un conflicto laboral, un proceso legislativo...) y darlo en el momento oportuno.

P.- ¿Qué sería de los medios si no existieran las agencias? Sois vitales para ellos, yo he hecho prácticas, por ejemplo, en Onda Cero, y la reunión en la que se decide a qué convocatorias se va a asistir y a cuáles no da tiempo se hace en base a la lista de “eventos” que publican las agencias de noticias el día antes… Por lo tanto no es sólo una cuestión de “recoger textos escritos por otros”, es que sin las agencias resultaría más difícil incluso cuadrar la agenda del día…
R.- La proliferación de convocatorias informativas convierte la agenda en un bosque que hay que desbrozar. Una de las partes más importantes de nuestro trabajo en la agencia -que generalmente hace un redactor jefe y recibe el visto bueno del director, lo que indica su importancia- es decidir la agenda informativa que la agencia va a cubrir al día siguiente. En muchos casos, es en este punto donde recibes más presiones externas: empresas de comunicación, instituciones.... para que sus acontecimientos salgan en nuestra agenda. Una vez más se trata de ofrecer un servicio a nuestros clientes -medios de comunicación, empresas e instituciones- y que lo utilicen para sus planificaciones diarias.

P.- ¿Cómo se decide, en el caso de la agencia que diriges, qué información será privada, de pago, con acceso con usuario y contraseña, y qué información se publicará de forma gratuita en IcalNews?
R.- En nuestro caso, toda la información es 'de pago', mediante usuario y contraseña. Lo que entra en IcalNews es únicamente el titular y tres o cuatro líneas del inicio de la noticia, pero lo que tiene valor es la noticia completa. 

P.- ¿Cómo afectan las nuevas tecnologías (quizá ya no tan nuevas) como Twitter al trabajo diario de una agencia de noticias? Quizá gracias a ellas resulta más fácil para cualquier periodista (de agencia o no) enterarse de las últimas novedades, restando peso a la agencia de noticias…
R.- Las nuevas tecnologías pueden facilitar el trabajo. Soy de una generación -40 años- que cuanto empezó en los medios había máquinas de escribir (1993); cuando organizamos la primera delegación de Europa Press en Valladolid (1996)  no había internet y se tenía que trasmitir aprovechando una banda de Telecinco, de tal manera que cuando había niebla en Valladolid el teletipo salía cortado. Incorporamos internet como una fuente de información y no como una herramienta y no se podían enviar fotografías porque costaba más el aparato para hacerlo (en dinero y en tiempo) que el beneficio obtenido. Guardábamos la documentación en cajas de cartón y la memoria era una de las cualidades más valoradas de un redactor que, ante la ausencia de otras fuentes, tenía que echar mano de ella. En mi primera campaña electoral (1995) tenía que grabar la crónica de radio en un contestador automático y poco antes los móviles iban en una maleta con 20 minutos de autonomía. El cambio tecnológico ha sido impresionante y ha facilitado la comodidad y la rapidez de trasmisión. Sin embargo, lo fundamental del trabajo periodístico no ha cambiado: el periodista debe encontrar y seleccionar hechos, datos, información importante e interesante y someterla a un proceso INTELECTUAL para convertirla en noticia, en el sentido más noble del término. Es un trabajo intelectual que no pueden hacer las máquinas ni los bits de los ordenadores. Las redes sociales pueden servir de fuente primaria, con muchas cautelas y sometidas a los procesos de contraste y elaboración de información que cualquier rumor o apreciación que se oiga en la calle. Insisto: la agencia de noticias da garantías de rigor que no ofrece una red social.

P.- McCombs enunció la teoría de la Agenda Setting, según la cual los medios de comunicación “dictan” los temas de interés para la sociedad… ¿Tienen ese poder las agencias con respecto a los medios de comunicación? ¿Publicáis absolutamente cualquier información que llegáis a conocer (y contrastar), o aplicáis filtros?
R.- Una afirmación de ese tipo requeriría alguna investigación. De alguna manera, nuestras previsiones, en tanto en cuanto seleccionan, influyen en la agenda informativa de los medios, pero, por ejemplo, en la prensa escrita, los temas propios tienen una mayor influencia sobre los temas de interés para la sociedad. Las informaciones de agencia tienen el mismo proceso que el resto de medios: no podemos publicar todo lo que nos llega; seleccionamos de acuerdo a criterios de noticiabilidad -cercanía, interés, novedad, afectación...- y eso es lo ofrecemos a los clientes, elaborado de forma periodística.


Clara Berbel

martes, 2 de junio de 2015

“El secreto, está en los dedos.”

“El teatro es infinitamente fascinante, porque es muy accidental, tanto como la vida.” Arthur Miller.



Las calles de Valladolid se convirtieron en escenarios para las actuaciones más rocambolescas, coloridas y originales, durante 5 días. Desde el miércoles 27 de mayo, hasta el domingo 31, la ciudad fue refugio para la cultura. El teatro invadió las avenidas y las plazas, arremolinando, a su alrededor, audiencias muy variadas. Niños, ancianos, parejas, familias disfrutaron de los espectáculos gratuitos que se encontraban en cada esquina.

Gozando de una libertad que el teatro convencional no permite, las obras de calle sorprenden sobre todo a la hora de incorporar al público en el entretenimiento. Los límites corporales se desdibujan y los actores abrazan los cuerpos de la audiencia y les hacen danzar a la velocidad de la historia.

Transforman el entorno para jugar y estimular los sentidos. El tacto, la vista, el olor, los sonidos e incluso el gusto se renuevan. Sin duda, estos hechos caracterizaron la obra de teatro “El secreto” representada en la Casa Zorrilla. Un espectáculo que mezclaba el diálogo, sobre amor,  más sublime; con los juegos de palabras más primitivos y sexuales. A través de una sátira enrevesada se narraba una historia de amor que nacía en una fiesta. Una celebración llena de alegría, que recordaba por su entorno a los carnavales de clase baja, por sus bailes a las festividades gitanas llenas de color, y por su griterío a las hogueras de los indios americanos.

Pero, lo que hacía muy especial a la representación era su ritmo, frenético en algunos momentos, lento en otros y lleno de diálogos reflexivos. Era mágico observar a cuatro actores, que representaban el papel de narrador-filósofo, hablando con unos segundos de diferencia para crear una sensación de eco que envolvía al espectador en la profundidad de sus palabras.

El público estaba sentado en el escenario, siendo un obstáculo y a la vez una bendición para los actores. Saltaban como gacelas entre los cuerpos que en un principio se mostraban tensos. Sin respeto alguno por el espacio personal, los actores se acercaban, tocaban, miraban a los ojos, rozaban e incluso manifestaban picardía sexual hacia algunos de los presentes sentándose en su regazo. Hubo un momento claro durante la representación, un momento en el que los hilos del público, títeres de lo correcto, se rompieron. Artistas y espectadores se aunaron en ese instante y el entorno de la obra cambió. El momento decisivo para que ocurriera este cambio fue la aparición del pícaro y los tomates. Una de las actrices ataviada de manera extravagante con un gorro de macarrones y de vocabulario sucio pero educado hizo presencia. Los niños asustados y los adultos viendo cómo se rozaba la locura, estaban aterrados. Pero se creó una situación mágica, al repartir unos tomates frescos y cerrando los ojos el público olió y saboreó, siendo trasportado a la era de la obra y los ojos abiertos empezaron a ver.

Aunque el amor se presentaba como protagonista, esta imagen se fue diluyendo y la verdadera protagonista fue la vida. La vida y su disfrute. Una de las actrices que representaba a la Madre Tierra era la voz de la sabiduría que indicaba que ella lo era todo, que todos la conformaban y que había creado a las personas para que disfrutaran. Personificando el importante papel de una madre corriente iba cocinando el plato estrella de la fiesta, de nuestra fiesta.

Los huevos a la diabla ya estaban cocinados y ahí hubo otro cambio aunque esta vez más sutil la audiencia sabía que pertenecía al teatro, que ellos conformaban la obra. Comieron, bailaron y se rieron, jugaron con los actores que ahora eran amigos. Bebieron vino y brindaron por el amor, por la paz, por las mujeres. Incluso los niños bebiendo agua de un porrón brindaban. Pero, ¿reamente quién era más niño? Los adultos sacando a su “peter-pan” dormido formaban una conga y no dejaban de bailar, dejando que la obra se alargara, relajándose en el tiempo y el espacio.

Agotado se tumbó el público y los actores gatearon mirándose a los ojos y a través de un monólogo final que derramaba amor, diversión, inocencia y sexo, junto a un beso épico entre amantes; terminaba la obra. Derrotados por el cansancio de quererse, los cuatro narradores-filósofos dejaban un mensaje en el aire: “El secreto”.

Y, el secreto, ¿qué es?

Viviana Díaz
@Vdiag


El Papel de los periodistas en el cambio político



Los medios de comunicación han ejercido un rol fundamental en los acontecimientos que han cambiado el marco político e institucional desde la Transición Española. Andreu Casero Ripollés, profesor de Periodismo de la Universitat Jaume I de Castellón  define periodismo político como “aquella práctica informativa que se ocupa de la actividad de los gobiernos, los partidos y las organizaciones políticas, campañas electorales, las elecciones y todos acontecimientos que estén relacionados con la res pública”. El objetivo del periodista es el de proporcionar a los ciudadanos toda la información referente a la actividad pública de sus gobernantes, sobre sus intereses comunes, así como generar un debate abierto sobre todos los temas que influyan en el conjunto de la sociedad. 2015 va a ser un año de profundas trasformaciones en España. La desafección de los ciudadanos hacia la los gestores políticos, ante la crisis económica y su indignación ante los casos de corrupción han configurado un electorado crítico y alternativo que va a modificar el panorama político. Es dentro de esta metamorfosis donde el periodismo, además de convertirse en la principal fuente de información para la ciudadanía, posibilita su participación política además de ejercer una labor de análisis crítico sobre los gobernantes y sobre los líderes políticos y económicos de la sociedad. Como dice Casero Ripollés es esta tarea es la que convierte a los medios de comunicación en el Cuarto poder  y a los periodistas en perros guardianes (watchdog) de la sociedad.

Líderes de opinión
La libertad de prensa en nuestro país nació al amparo de las libertades de expresión e información reconocidas en el artículo 20 de la Constitución Española de 1978. Pero antes de la muerte de Franco en 1975 la prensa, controlada por  sectores liberales y demócratas, comenzó a perpetrar el cambio político. Estos grupos  eran los vinculados a medios  como Nuevo Diario, Madrid, Ya, Cambio 16, entre otros. En los primeros meses de vida de la Democracia estos y otros diarios cooperaron vivamente en el pacto entre los principales partidos políticos dando cierta solidez al nuevo régimen. El intento de golpe de Estado de 1981 no sólo supuso un hito para la definitiva consolidación del sistema democrático en España. La labor llevada a cabo por los medios de comunicación esa noche del 23 de febrero los convirtió en los nuevos guías de una sociedad desorientada. A los anales de la historia y del periodismo pasarán las imágenes de Iñaki Gabilondo informando sobre todo lo sucedido a través de las imágenes tomadas por TVE, dando a conocer a la opinión pública lo que estaba pasando y contribuyendo enormemente a que este intento fracasara.
En la actualidad estamos ante un nuevo momento clave de transformación, como resultado de un momento de crisis política e institucional  sin precedentes, hasta ahora, en la democracia española. Se trata de comprender la participación activa y desencadenante que están ejerciendo los periodistas en proceso de cambio. Para ello son necesarios los cambios que se han producido dentro de esta profesión. Esta relación entre política y periodismo es cada vez más perceptible. En julio de 2014 tuvo lugar una mesa redonda  organizada por Servimedia sobre periodismo social, y titulada El compromiso de los partidos políticos, ¿Regeneración democrática? En ella, la presidenta de la de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), Elsa González,  habló de la importancia del periodismo para la regeneración política y social.

Crisis, corrupción y desafección
Este proceso de regeneración política e institucional surge como necesidad ante una desgaste  del sistema, propiciado  en los últimos años por tres elementos: la corrupción política, la recesión económica y el descontento con los líderes políticos. Respecto al primero, el año 2015 se inició con 150 casos de corrupción abiertos y más de 2.000 imputados en España, según cálculos de la agencia Europa Press. Gracias al resultado de trabajos de investigación periodística, muchas de estas tramas pudieron trascender a la vía judicial. La trama Gurtel fue destapada por el diario El País, a partir de unas denuncias recibidas de unos concejales de Bohadilla del Monte. El Caso Bárcenas, una rama de la Gürtel, sobre una supuesta financiación ilegal del Partido Popular, fue destapado el 18 de enero de 2013 por El Mundo. El 31 de enero El País sacó a la luz una supuesta contabilidad B del PP conocida como “los papeles de Bárcenas”. Al tratarse de una fotocopia de esos papeles, no podían servir como prueba en la instrucción judicial. Poco tiempo después, se filtraron los documentos originales que llevarían al extesorero, Luis Bárcenas, a prisión en julio de ese mismo año. Ya dentro de la cárcel, el acusado concede una entrevista en exclusiva al, por entonces, director de El Mundo, Pedro J. Ramírez. La entrevista publicada aproximadamente un mes después desvelaba, entre otras cosas, que se habían producido entregas irregulares de dinero a altos cargos del Partido Popular y que dicho partido se había estado financiando irregularmente durante los últimos veinte años. A partir de este momento este caso adquirió una gran repercusión mediática, porque afectaba a los máximos dirigentes del partido en el gobierno español. Las publicaciones de informaciones sobre el Caso Bárcenas han sido continuas. En una entrevista concedida el 26 de enero de 2013 a La Sexta Noche, el exdirector de El Mundo afirmaba, sin dejar de lado la presunción de inocencia, que se trataba del mayor caso de “trocinio” de la democracia. Sobre la existencia de presiones recibidas ante este tipo de información, Pedro J. se escudaba en la veracidad y relevancia de sus informaciones: “no hay fuerza humana que pueda impedir que las rotativas funcionen y esa información estará en el periódico”.

Las tramas de corrupción ponen de manifiesto la necesidad de un periodismo imparcial y responsable. Mucho se ha especulado sobre que las intenciones de Pedro J. no eran las de cumplir esa función de transparencia con la sociedad, sino la de llevar a cabo la demolición controlada de un partido político y de un gobierno con fracturas, con los que el exdirector siempre tuvo muchas discrepancias. El compromiso de la información en este contexto pasa por una prensa creíble e independiente de intereses, personales e ideológicos. Algo que para Elsa González resulta “fundamental”, en un momento en el que la sociedad carece de confianza hacia los medios de comunicación. 

La inestabilidad política e institucional convive con la crisis económica y financiera que, desde hace años, vive España. Hasta finales de 2007 los medios de comunicación apenas mostraban interés por los datos que vaticinaban la llegada de una recesión financiera inminente. EL 5 de noviembre de 2008 tuvo lugar un acto académico en la London School of Economics (Londres), donde la reina Isabel II de Inglaterra formulaba la siguiente pregunta a un grupo de distinguidos profesores de economía: “¿Por qué nadie vio llegar la crisis”?  En principio, la cuestión iba dirigida a expertos académicos, quienes habían sido incapaces de predecir el alcance y la profundidad de la crisis. Pero, en realidad, la pregunta iba dirigida también a los consejos de administración de los bancos, inversores y, por supuesto, a los periodistas. Como explica el periodista económico Manuel Illueca en su reportaje: “Medios de comunicación y crisis financiera: ¿por qué nadie nos avisó?”, los periodistas no supieron informar a tiempo para evitar “la tragedia”. Para demostrarlo este periodista decidió buscar todos los artículos publicados desde 2000 hasta 2008 en todos los periódicos españoles, que incluyeran las expresiones “crisis” y “burbuja inmobiliaria”. En total consiguieron recopilar 4.742 artículos. Como se puede apreciar en el grafico 1, en el año 2000, apenas se publicaron 15 artículos sobre la burbuja inmobiliaria, mientras que en 2008 el número se disparó por encima  de los mil. Los primeros presagios de crisis económica en la prensa aparecen en 2003. Los periódicos comienzan a publicar advertencias procedentes de la Comisión Europea y el Banco Central Europeo sobre el riesgo de la burbuja inmobiliaria en España. El diario Expansión publicaba el 6 de febrero de 2003: “en conjunto, el mercado de la vivienda es un mercado opaco, segmentado y muy influido por cambios regulatorios, en calidad o en hábitos. Por estas razones, atribuir una burbuja teniendo en cuenta exclusivamente el precio medio del activo medio no tiene mucho sentido”.

Este gráfico muestra la distribución anual de los artículos publicados en la prensa española que contienen la expresión “burbuja inmobiliaria” durante el periodo 2000-2008 (ambos incluidos). Los datos han sido obtenidos a partir de la base de datos Factiva (M Illueca, Medios de comunicación y crisis financiera: ¿por qué nadie nos avisó? 2014)


Lenguaje económico
Entonces, ¿podemos echar la culpa de la actual crisis económica a la falta de información recibida por los medios de comunicación? Manuel Illueca concluye que no son los máximos culpables, ni tan siquiera uno de los máximos responsables. Su error estuvo en la falta de denuncia previa y al comienzo de ella, mientras que una vez estallada la crisis se pecó de exceso de información. Otra gran dificultad con la que se encuentra el periodismo en este momento es la sobreinformación que surge en parte por la llegada de las nuevas tecnologías y la irrupción de un periodismo digital que se traslada en el trasvase de las audiencias a nuevos soportes distintos a los tradicionales. La mayor demanda informativa que ha originado esta crisis económica ha supuesto la incorporación de nuevos lectores a noticias económicas. Dentro de esta cobertura de la información económica los periodistas tienen que hacer un ejercicio de responsabilidad social con el público. Las páginas de información económica han destacado siempre por la sobriedad de sus noticias, especialmente el tratamiento visual e iconográfico de las mismas. El periodista Francisco Campos Freire en su libro “El cambio mediático” (2010), plantea un cambio por parte de los medios hacia una información más atractiva, utilizando un lenguaje más adecuado a unos lectores que no están especializado en este sector, con el objetivo de que esta información resulte útil para la sociedad. Precisamente una de las críticas que se hace al periodismo económico es que es demasiado abstracto y genérico. Hay que recordar que estas informaciones manejan contenidos de especial interés, no sólo para empresarios o expertos políticos o económicos, sino también para la ciudadanía en general. Para cumplir con esta necesidad informativa de los ciudadanos, los periódicos han hecho un esfuerzo al personalizar los contenidos económicos. Como indica Ángel Aserre, profesor de periodismo en la Universidad de Navarra, todas las informaciones sobre variables macroeconómicas, cuentas de resultados de las compañías o la evolución de los índices de los mercados, y su correspondiente interpretación teórica, deben complementarse con la historia personal que hay detrás de ellas.

Alarmismo
La tendencia desde que comenzara la crisis económica es que todas las informaciones sobre su desarrollo, han posibilitado que se informe sobre las repercusiones concretas que ha supuesto la recesión para personas o colectivos concretos.  En esta función social  los profesionales de la comunicación no deben caer en el sensacionalismo, uno de los aspectos negativos en el tratamiento de la información sobre la crisis económica. Si observamos algunos de los titulares de algunos medios, podemos apreciar la utilización de contenidos claramente alarmistas como “debacle”,  “caos”, “seísmo”, “derrumbe”, “catástrofe”, etc. Un ejemplo es la portada del diario ABC, con una imagen de Obama junto a Berlusconi saludando ante los restos del Ayuntamiento de L´Aquila. La fotografía acompañaba al siguiente titular: “El G-8 busca salidas entre los escombros de la crisis”. Esta inclinación ha llevado a algunos profesionales a plantearse la siguiente cuestión: ¿cuál es papel que se ha adjudicado a los periodistas en la crisis?  En muchas ocasiones se ha acusado a los medios  de haber fomentado la alarma con historias crueles sobre desahucios, quiebras de empresas y despidos de trabajadores.

Descontento de los ciudadanos
El tercer pilar sobre que esta necesidad de este cambio político surge como consecuencia de los dos problemas anteriores. Se trata del descontento generalizado de la ciudadanía hacia la actuación y gestión de sus gobernantes. Un malestar político que desde hace años también recorre la opinión pública de otras democracias europeas. Rafael López Pintor, director del departamento de sociología de la Universidad Autónoma de Madrid, en su ensayo: “Cambios políticos y sociales en Europa”, establece un vínculo entre los medios de comunicación y el origen y desarrollo de este descontento. El autor considera un error asignarles la máxima responsabilidad, pero tampoco han contribuido a minimizar sus efectos. Para poder medir la influencia de los medios con este descontento hay que tener en cuenta dos características de este fenómeno. En primer lugar, el descontento tiene un componente coyuntural muy amplio que aumenta y disminuye a tenor de los ciclos económicos. En segundo lugar, este descontento posee un componente superficial.  El malestar de los ciudadanos forja la opinión pública, que es donde los medios de comunicación tienen mayor influencia. Los mass media establecen “el orden del día”, de lo que se puede hablar, es lo que se explica en la conocida como Agenda Setting. Los medios orientan el debate público hacia cuestiones que antes se desconocían o estaban en un segundo plano. Además crean flujos de opinión, inventando perfiles de “malos” y “buenos”, “causas nobles”, “movimientos revolucionarios en busca del cambio”. Aplicando la teoría  de la politóloga alemana Noelle-Neumman (1980), los medios de comunicación han influido en la creación y en el desarrollo de los movimientos sociales y en la configuración de una opinión pública descontenta con los líderes políticos, con  el poder establecido y las bases del sistema, “la epidermis social”.

El periodismo estuvo presente en la creación del movimiento 15-M y ha estado en el centro de su crítica desde entonces. Uno de los gritos más escuchados por los indignados en la Puerta del Sol fue el de “televisión manipulación”, que se escuchaba con más fuerza cada vez que una cámara se acercaba a grabar. Las caras visibles del 15-M, así como los creadores de su mutación política Podemos, han crecido en los platós de televisión. Algunas de las voces más críticas contra ellos también son muy frecuentes en debates, tertulias y columnas de opinión. Por tanto los medios de comunicación han sido, en parte, responsables del crecimiento mediático y de la relevancia pública que en su día adquirió esa desafección representada en un movimiento social, transformado más tarde en un partido político, cuya premisa principal es transformar un sistema a través de una regeneración política y democrática.

La crisis que sufre el país desde 2008, ha dejado ver que no sólo se trata de una crisis financiera, sino que ha puesto de manifiesto una profunda crisis política, social, institucional y territorial. España afronta en 2015 un cambio histórico de la situación política sin precedentes desde la llegada del régimen democrático. Los casos de corrupción política, los efectos de la recesión económica y la gestión política han lastrado la confianza general de una gran mayoría de ciudadanos, dificultando la confianza en las instituciones y evitando que surjan conductas cooperativas generales necesarias para asegurar una mínima estabilidad. Los medios de comunicación han participado activamente en los grandes cambios políticos que ha vivido el país.


Alberto Fernández Barderas

Juego de Pactos



La situación política española ha cambiado tras las pasadas elecciones del 24-M. El Partido Popular continúa siendo la opción más votada, pero ha perdido las mayorías absolutas que le permitían tener el poder en una gran cantidad de territorios. Muchos de estos votos han ido a parar a nuevas fuerzas como Podemos, Ciudadanos o las diferentes plataformas ciudadanas, y esto ha convertido el panorama político en un verdadero tablero de ajedrez.

Podemos y Ciudadanos serán claves para gobernar en prácticamente todas las autonomías, por lo que en la mayoría de municipios y autonomías han comenzado las negociaciones. Castilla-La Mancha, Extremadura, Baleares, Comunidad Valenciana o Castilla y León, además de municipios como Madrid, Valencia, Sevilla o Valladolid, pueden cambiar sus gobiernos si hay acuerdos de izquierdas.

Había quien pensaba que Ciudadanos iba a ser una especie de filial del PP que facilitaría que gobernase allí donde lo necesitase, pero el partido de Albert Rivera está siendo un hueso mucho más duro de roer de que lo que pensaban algunos populares. Estos creían que el hecho de que muchos militantes de Ciudadanos tuviesen un pasado en el Partido Popular ayudaría en este sentido, pero en algunos casos está sucediendo todo lo contrario. Precisamente algunas de estas personas cambiaron de formación política por su desencanto con el partido que preside Mariano Rajoy, cuando no fue directamente por choques directos con algunos populares.

En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, el posible pacto entre PP y Ciudadanos peligra por la imputación de Salvador Victoria y Lucía Figar, consejeros de Presidencia y Educación respectivamente del gobierno regional. Ciudadanos ha advertido al Partido Popular de que estas imputaciones "complican muchísimo" las negociaciones para apoyar la investidura de Cristina Cifuentes como presidenta de Madrid. La popular obtuvo 48 escaños y necesita el respaldo de los 17 diputados del partido de Albert Rivera para ser proclamada. Ángel Gabilondo, candidato del PSOE, con 37 asientos en la Cámara autonómica, requiere el apoyo de Podemos (27 parlamentarios) y le basta la abstención de Ciudadanos.

Ciudadanos quiere demostrar que no son una extensión del Partido Popular, y ello podría derivar en que algunos ayuntamientos pasen a manos de la izquierda con sus abstenciones o votos en contra. Pero tampoco es que Podemos haya decidido plegarse ante las voluntades del PSOE.  Un ejemplo de esto es el de Pablo Echenique, quien no descarta postularse como presidente de la Comunidad de Aragón ya que considera que están en un “empate técnico” con los socialistas.

Y entre todos estos juegos de poder, la voz de Izquierda Unida ha perdido casi toda su potencia, y solo se escucha a lo lejos como su líder, Alberto Garzón, anima a realizar un pacto de izquierdas de cara a las elecciones generales al que Pablo Iglesias responde que "no" como quien le dice a un niño que no quiere jugar con él.

Mucho ha cambiado en cuestión de semanas, y mucho podría cambiar en los próximos meses. Pero las nuevas fuerzas políticas no llegan para ser meras acompañantes. Tienen vocación de liderazgo. Y en este escenario, las políticas clásicas y las nuevas se enfrentan, como si de estrategia militar se tratase, en un Juego de Pactos.



Enrique García

Entrevista a Íñigo Arrúe

Íñigo Arrúe Pintó es un periodista nacido en San Sebastián. Estudió la Licenciatura de Ciencias Sociales y de la Información en la Universidad del País Vasco-UPV (1986-1991). Completó sus estudios con el Máster MBA en dirección de Empresas por la Escuela Superior de Negocios de Castilla y León (ECLA) en 1994-1995.

Ha trabajado como becario en la Cadena Ser, en Radio San Sebastián y en el periódico Uniberriak de la Universidad del País Vasco.  Posteriormente, en junio de 1991 trabajó para El Norte de Castilla en la sección de deportes y después en la sección Local hasta el año 1994. Desde 1994 hasta la actualidad, es redactor de El Mundo de Valladolid de la sección local.

Ha recibido varios premios a lo largo de su trayectoria profesional, como el premio de Fotografía de la Casa de Cultura de Alza (San Sebastián) en el año 1988 y el premio de Prensa de la Cámara de Comercio e Industria de Valladolid en el año 2009.

P: Íñigo, cuéntanos como empezaste tu carrera en los medios de comunicación.

R: En la Universidad de Navarra (Pamplona) empecé a estudiar primero biológicas pero me desencanté con esta carrera. Aprobé primero, sin problemas, pase a segundo y ahí vi que no era lo que me gustaba. En ese momento me fui a la mili y es ahí donde pensé que una carrera que podía ir bien conmigo era periodismo. Al volver de la mili en 1985 empecé a estudiar periodismo sin tenerlo muy claro (sonríe).
P: Entonces… ¿Por qué apostaste por el periodismo?

R: Porque se acercaba a una faceta que yo creo que podía desarrollar bien, también es una carrera fácil comparada con biológicas. Creí que la podía sacar bien y así fue, cinco años, media: notable-sobresaliente y eso que yo la estudiaba desde San Sebastián a Bilbao. No lo tuve nada claro que podía ser la profesión de mi vida sin embargo honestamente creo que encajo bien en esto.

P: Cuéntanos como es un día a día en tu trabajo…

R: La prensa escrita tiene otra dinámica que la radio y la televisión y por lo tanto no entramos muy pronto a trabajar, a las 10:30-11:00 de la mañana.  Durante la mañana buscamos temas, a veces son temas propios o a veces vienen impuestos por el guión del día (actos, ruedas de prensa…).

Por la tarde entramos a las 17:00 horas y nos dedicamos a escribir, alrededor de una página de tema propio y a partir de las 20:30-21:00 horas nos dedicamos a editar cosas que hay que meter en el periódico.

P: ¿Cuál ha sido el obstáculo más difícil al que te has enfrentado durante tu labor periodística?

R: El obstáculo diario que tenemos es el no dar con la información que queremos, pero esto es consustancial a la labor periodística. Existe una gran cantidad de temas en los que te gustaría llegar más allá de lo que te ha dado una nota de prensa y no puedes.

P: Por el contrario… ¿Qué es lo más bonito de esta profesión?

R: Publicar noticias en exclusiva, el tener tus fuentes. Por ejemplo si la policía nacional de Valladolid te dice que ha habido un atropello en la calle Adolfo Miaja de la Muela, lo va a tener todo el mundo.

En cambio si tú tienes un conocido (bombero, policía…) y te informa sobre un suceso que ha pasado “desapercibido” pero que ha sido la “bomba” entonces es una de las mayores satisfacciones que puedes tener.

Y otra en particular es que llevo veinte años en sucesos y no tengo ninguna querella, eso quiere decir que no lo he hecho del todo mal, es decir he sido riguroso en las informaciones.

P: ¿Cuál ha sido tu mayor logro como periodista?

R: (Piensa). El primero fue cuando entrevisté a Sabonis (jugador de baloncesto, uno de los mejores del mundo) y me hablo de la crisis económica rusa y del golpe de estado. Fui el único que saqué declaraciones suyas.

Otro logro del que me siento orgulloso, es la entrevista que realice a Miss Castilla León durante la etapa de postulación y quedé con ella en el convento de las claras. Esto fue noticia nacional, me cito Paco Umbral en un artículo y tuvo mucha repercusión, también me llamo Luis del Olmo para hacer una entrevista radiofónica.

P: A tu juicio… ¿Cuál es la labor de un buen periodista?

R: Tener muchos contactos, (los máximos posibles). Ser muy riguroso en la información y escribir bien sin ser demasiado ortodoxo.

P: ¿Es posible ser objetivo y ameno contando una noticia?

R: Sí. Pero yo trabajo en la sección de sucesos y hablar de muertes, atropellos, robos…con algo de “humor y amenidad” es muy difícil.  Ser ameno no siempre significa hacer “la coña”, hay maneras de ser ameno sin faltar al respeto a las víctimas.

P: ¿Tienes algún referente periodístico?

R: Sí, pero más que periodísticos son literarios del mundo de sucesos, de crónica negra. Me gustan mucho Manu Leguineche y Javier Reverte, quiénes han hecho muchos libros de reportajes de viajes y de conflictos bélicos.

P: ¿Cómo han afectado Internet y otros medios digitales a la información que se da a la sociedad?

R: Internet ha traído el flash de última hora. Pero salvo la inmediatez y el flash de última hora no tiene otra cosa. Internet no ha aportado nada en rigor. Ser rápidos y rigurosos es imposible.

P: Para muchos el periodismo está en crisis… ¿Qué opinión te merece esto?

R: El periodismo está en crisis, sobre todo el escrito, además hay que añadirle la crisis del papel. El papel está más caro y la gente ya no se gasta el 1,5€. Yo creo que le queda muy poco al periodismo de papel, quedará uno por ciudad para que cuente un poco las noticias, las esquelas y todo eso, pero… no veo mucho futuro.

P: Si pudieras cambiar algo de esta profesión… ¿Qué sería?


R: Los sueldos, deberían ser más acordes con lo que somos, somos unos licenciados. El sueldo es patético, irrisorio y ahora está peor con la reforma laboral.  


Soraya López