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martes, 2 de junio de 2015

“Picnic Code”, éxito en su primera edición

Todo nace de una pequeña idea y es que los estudiantes de informática de Valladolid lo tenían claro, querían crear la primera edición de un evento que acercara a futuros profesionales con empresas. A través del apoyo de empresas como “Open Sistemas” o “tecnilógica” y apoyados por la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Informática y la Universidad de Valladolid, pudo nacer “Picnic Code” 






El acontecimiento estuvo dividido en dos días. El viernes 8 de mayo tuvo lugar las charlas principales junto a un taller práctico sobre sistemas de control de versiones. Además tanto de mañana como de tarde hubo un tentempié que amenizó la intensidad de las conferencias. El sábado se celebró a lo largo del día el “Open Space” un coloquio formado por perfiles muy variopintos: trabajadores actuales, informáticos en paro, estudiantes; todos ellos compartiendo sus opiniones sobre diferentes temas y debatiendo sobre qué les parece mejor basándose en su propia experiencia. Una forma novedosa y enriquecedora de aprender.



Las puertas abrieron a las 9 de la mañana pero, fue a partir de las 10 cuando se empezó a llenar la sala de conferencias. Abrió el evento José Antonio Lorenzo, cofundador de Lhings, tratando un tema muy actual y que aunque los informáticos son los especialistas, afecta a toda la población. “Introducción al internet de las cosas” era el nombre de su conferencia, definió el internet de las cosas como el maremágnum de conexiones que se están realizando entre diferentes objetos para hacernos la vida más sencilla. Nos facilitó la definición con un ejemplo muy claro: “El internet de las cosas sería, que tú entres en la ducha y que a través del móvil con una aplicación puedas decirle a la cafetera que te prepare un café. Así estará caliente y listo cuando salgas.” 



Después de José Antonio Lorenzo, fue ponente Pablo Santos, decano del Colegio Profesional de Ingenieros en Informática de Castilla y León (CPIICYL), que habló sobre el código limpio y la necesidad de regulación profesional, una de las aspiraciones principales entre el CPIICYL. La última charla de la mañana fue impartida por Juan Alonso que mostró al público la cara más divertida de la tecnología. A través de los “proyectos marcianos” realizan pruebas divertidas a pequeña escala para comprobar que sus aplicaciones funcionan, aplicaciones que trasportadas a otro nivel son muy útiles para el análisis. Juan Alonso explicó como ejemplo una aplicación que medía el metano en los servicios públicos, el mismo lo definió como una “tontería divertida” pero, ese mismo proyecto extrapolado al medio ambiente podría medir la cantidad de metano en diferentes capas de la atmósfera. 



Después de una merecida pausa para ir a comer, la tarde comenzó con el taller DVCS, Plastic SCM y GIT. Cada participante con ordenador propio en mano asistió a este taller práctico sobre sistemas de control de versiones. Una de las partes más intensas y arduas del evento aunque muy interesante, esta hora y media de taller era una parte muy especializada del evento no apto para el público común. 



Después de un buen aperitivo comenzaron las ponencias de la tarde. Una de las más esperadas fue la de Eduardo Robles, director técnico de Agora Voting, un sistema de voto electoral on-line. En la ponencia se explicó todo lo relacionado con el control, la seguridad y la veracidad del proyecto junto a su correspondiente relevancia social. Eduardo Robles reconoció que este sistema es más útil en algunas sociedades que tienen un sistema electoral más complejo pero que la rapidez y eficacia eran inigualable. 

Por último el día 8 cerró con una de las conferencias más específicas. Fernando Apesteguía habló sobre los paquetes FreeBSD y de la programación en JAVA. Una charla más complicada de seguir y de competencias muy concretas. 



El sábado 9 de mayo sólo estaba en el programa el coloquio “Open Space” donde diferentes trabajadores y expertos junto a los estudiantes se reunieron en un amplio círculo para decidir los temas sobre los que debatirían. Entre la selección se votaron: ¿Qué lenguaje de programación es el más apropiado?, Relación entre trabajadores y superiores y ¿Qué hacer al salir de la universidad? Toda la charla tuvo un tono desenfadado y se contaron varias anécdotas que servían tanto de diversión como de aprendizaje. 

Para despedir el evento, se repitió la situación en la que más conversación e intercambio de opiniones existe; el momento del tentempié. 

Viviana Díaz 
@Vdiag


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