Foto: Alba Campo |
La experiencia de
viajar es irreemplazable. Conocer lugares, experimentar nuevos sabores,
disfrutar de las vistas de parajes desconocidos… Eso, amigos, es vivir. Las agujetas tras un viaje deportivo
también son una sensación recomendable, porque significan varias cosas. La
primera, que has hecho deporte, lo cual es beneficioso para tu salud. La
segunda, que has viajado para hacer ese deporte, con lo que habrás conocido
otro lugar y habrás tenido el privilegio de experimentar la fantástica
sensación de organizar el viaje: los nervios e imprevistos previos a la ruta,
la emoción de lo desconocido, el agotamiento de después… Y la tercera:
satisfacción. Querrás repetir porque lo bueno de esta liberación de endorfinas
es que siempre te deja con ganas de más.
El primer paso para
embarcarte en un plan, sea el que sea, es encontrar algún loco o loca que
comparta tu locura. En este caso, que tenga las mismas ganas que tú de madrugar
un día festivo para ir a cansarse. Una
vez encontrados los camaradas, se elegirá plan. En esta ocasión la idea era
adentrarnos en el maravilloso mundo del piragüismo. Agua, sol, tranquilidad y
un entorno espectacular. ¿Qué podía salir mal?
Buscamos cerca de
nuestro lugar de residencia un sitio que reuniera estas características y las
Hoces del río Duratón parecían encajar en nuestros planes. Bastaron un par de
búsquedas por Internet para convencernos de que lo más rentable para nuestro
bolsillo, y nuestro estómago, era contratar un pack que incluyera comida y ruta
en piraguas. Así que algunos emails después, a través de la empresa Naturaltur Duratón, conseguimos reservar un ‘domingo activo’ para cuatro coleguillas
con ganas de desconectar. Por supuesto, hay muchas más empresas con otro tipo
de ofertas pero, como decimos, cada uno ha de buscar lo que más se adapte a sus
expectativas.
La empresa te
proporciona todas las explicaciones y el material necesario: remos, piraguas, chalecos salvavidas y
un bote en el que meter tus pertenencias para evitar que se mojen. Las
chanclas, el bañador, la ropa seca de cambio y la crema, corren de tu cuenta. No
resulta una actividad dura en absoluto, se ejercita sobre todo el tren superior
del cuerpo: hombros, brazos y pecho y el ritmo lo marca el deportista. El
senderismo es otra de las opciones deportivas con más tirón, pues los parajes
del Duratón ofrecen distintas rutas con caminos y zonas rocosas próximas a la
ribera del río, muy aptas para este deporte. Para los más valientes la escalada es otra iniciativa interesante,
aunque los deportistas han de hacerse cargo de su propia seguridad.
Al día siguiente el
after-sun
y el agua con azúcar serán los mejores aliados.
Alba Campo
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