-

martes, 2 de junio de 2015

En el blanco de las industrias farmaceúticas



¿Es casualidad que desde hace unos años, esta etapa postmoderna en la que nos encontramos, venga marcada por un cambio radical en las costumbres sanitarias de las personas? ¿Es casualidad que haya más enfermedades que antes? ¿Ustedes creen que es casualidad que oigamos cada vez más aquello de “antiguamente no había tantos achaques”? Y así, infinidad de expresiones similares que todas vienen a decir lo mismo: ¿qué está pasando hoy en día que tenemos más citas con los médicos que con nuestras parejas? ¿Qué está ocurriendo últimamente que nos duele todo y para nuestra sorpresa para todos los dolores estúpidos hay medicamentos?

Jörg Blech se hizo estas preguntas, y seguramente muchas más, hace ya más de diez años y tras muchas investigaciones, este médico y escritor publicó LOS INVENTORES DE ENFERMEDADES: COMO NOS CONVIERTEN EN PACIENTES. En el libro refleja sus conclusiones tras muchas investigaciones y entrevistas a industrias farmacéuticas, médicos y agencias de publicidad.  Y el desenlace es alarmante: el negocio reside en vender enfermedades para posteriormente vender medicamentos. Las industrias farmacéuticas han encontrado un nicho de mercado en el miedo. Las personas nos resistimos a morir, a envejecer o a pasar dolor en algún momento de nuestra vida. Y los que entienden que hay cosas, como las arrugas, el miedo o la timidez que son irrevocables, aprovechan para convertir a la sociedad en pacientes. Con la ayuda de la comunicación, el marketing y los médicos comprados que avalan ciertas investigaciones cuestionables, estas empresas consiguen sacar al mercado medicamentos caros e innecesarios. Además consiguen venderlos.

Querer estar bien es del todo normal. Querer ser mejores, superar nuestros miedos, nuestras barreras, sea la timidez, sea el nerviosismo o sean malas etapas que nos acarrean una mala salud psíquica temporal, es nuestra obligación. Pero seamos conscientes de cuando sí y cuando no necesitamos la ayuda de químicos, medicinas y antibióticos. Pensemos por nosotros mismos. También eso es nuestra obligación.


Alba Campo

0 comentarios:

Publicar un comentario