Luis
Miguel Torres Chico es el director de la agencia de noticias castellano-leonesa
ICAL. Nos habla del trabajo de este tipo de empresas de comunicación, y la
utilización de sus informaciones en los medios que llegan al gran público.
P.- Está permitido “plagiar”
las noticias de agencia, es decir, por la propia identidad de agencias de
noticias y gabinetes de comunicación puede decirse que la “propiedad
intelectual” de la noticia no está protegida, y por lo tanto los periodistas
pueden hacer uso de ellas. Sin embargo, ¿debería copiarse textualmente el
teletipo? ¿No supone esto una falta de rigor periodístico por parte del
periodista que lo copia?
R.-
Las agencias somos un medio de comunicación a la sociedad -aún con
intermediarios- que se rige por las reglas de publicación de cualquier medio:
rigor, contraste de fuentes, tratamiento periodístico de los textos, criterios
de noticiabilidad y valoración, entre otros.
Como
en tantos aspectos del periodismo no están regulados de forma positiva, pero
los usos y la ética periodística lleva a que las informaciones de agencia vayan
firmadas como de agencia. Es una garantía para el medio que lo publica puesto
que van identificadas y una buena práctica. La agencia avala la veracidad y la
calidad de esa información. En los últimos tiempos, incluso, se ha dado el
salto y junto con el nombre de la agencia, figura también el del periodista que
la firma, como mayor garantía. La propiedad intelectual, por lo tanto, es del
autor de la noticia y de la agencia que la distribuye, aunque legalmente, el
responsable último de lo que se publica en un periódico, proceda de la fuente
que proceda, es el director del mismo.
La noticia está protegida en tanto en cuanto sólo deberían acceden a
ella los clientes que pagan la cuota. La agencia, como cualquier medio de
comunicación, es un negocio.
Respecto
a si se debería dar el teletipo íntegro o no, depende de las situaciones. Lo
que debe hacerse es identificar la fuente en el momento en que se utilice. Por
ejemplo: se puede utilizar el teletipo íntegro y firmarlo, pero también se
puede elaborar desde la redacción una información y utilizar parte del teletipo
para elaborarla o completarla. En este caso, habría que informar al lector de
la parte que se ha obtenido de la agencia. Se puede utilizar una parte de la
agencia para rebatirlo con otras fuentes, siempre citándolas. Lo que es
inadmisible es utilizar el teletipo para desvirtuar lo que allí dice: dar la
vuelta a la información de la agencia para, bajo su firma, decir todo lo
contrario o manipular lo que allí se dice.
Es
el lector el titular del derecho a la información y, por lo tanto, debe recibir
todos los datos importantes, entre ellos es relevante saber la fuente en la que
se han obtenido, sea directa o sea una agencia.
P.- Un periodista muchas
veces no comprueba la veracidad de la información de agencia, no busca otras
fuentes... ¿Es la información de agencia absolutamente fiable? ¿Se comprueba
todo lo que se publica, se buscan fuentes diversas… o un tuit de la policía
informando de un accidente sirve como base para un teletipo?
R.-
Como dije antes, la información que trasmite una agencia tiene todas las
garantías de rigor, calidad y contraste exigibles. Ese es el valor añadido de
una agencia: que cuando estás ante un teletipo sabes que se han hecho todas las
comprobaciones que exige el rigor y la ética periodística. En lo personal, si
sabes que tus clientes principales son otros profesionales, haces que las
exigencias sean máximas porque sabes que te juzgan día a día quienes saben de
periodismo. Por eso, la información de agencia es absolutamente fiable, está
absolutamente contrastada y nunca un tuit será una noticia. A través de un tuit
de la Policía podremos ponernos a investigar si es cierto o no, pero una
información no será nunca un twit. La agencia debe ser todo lo contrario a
twitter: no podemos permitirnos el lujo de frivolizar con algo tan importante
como es la información y el derecho a la información, fundamental para la calidad
democrática de una sociedad; a un periodista no se le puede permitir ofrecer
noticias en trazos gruesos, sino que debe ir al matiz y a la calidad y, por
último, una sociedad cuya dieta informativa sea de 140 caracteres es cívica e
informativa anoréxica.
P.- Vivimos en un mundo que
se mueve a un ritmo vertiginoso, parece que primara el dar la información
“antes” que “bien”. Los medios de comunicación no tienen tiempo, muchas veces,
para cubrir tanta información como lo hacen las agencias… ¿cómo lo hacéis? ¿Qué
os diferencia del medio de comunicación al uso, por qué vosotros sí podéis, y
ellos no?
R.-
Cada agencia tiene su forma de trabajar, pero la clave está en la selección de
noticias que se cubrirán al día siguiente o ese mismo día. Cuentas con los efectivos
que tienes y debes seleccionar de qué vas a informar. En este punto, mi
criterio es que somos una agencia de servicios a otros medios así que
intentamos cubrir lo importante del día, pero también lo que necesitan.
Asimismo, procuramos hacer informaciones y gráficos que aporten background a
otros medios en sus informaciones. Y, por último, y esto es lo que creo que nos
distingue: durante los periodos de menor información de agenda -fines de
semana, vacaciones, etc.- procuramos dejar una serie de temas propios que
puedan servir y ser de interés para nuestros clientes. La clave está en la
planificación a medio plazo y en criterios claros de selección de citas
informativas que cubrimos.
Mi
criterio, en contra de lo que ha sido tradicional para las agencias, no es dar
la información antes, sino darla bien. Si se puede dar el primero, mejor, pero
ese no es ni el principal criterio, ni mi objetivo. Prefiero que mis clientes
digan que cuando lo da Ical es que es así a precipitarme y dar un teletipo que
no sea riguroso. Es lo que me puede distinguir de las redes sociales y lo que,
a la larga me convierte en un medio fiable. En cuanto a las diferencias entre
los medios y la agencia a la hora de llegar a todos los temas, se trata de
enfoques distintos de la tarea. El núcleo decisivo de un periódico es la
información diferenciada y propia que lleve y para eso se requieren recursos y
tiempo. A ellos es a lo que dedican la mayor parte de los redactores porque
saben que tienen una agencia que les hará llegar las noticias 'de agenda' con
rigor y luego ellos pueden seleccionar y editar lo que les interese o les
parezca importante. Asimismo, la agencia sirve para facilitarles la información
que se genera en otras provincias y, de este modo, se abaratan costes ya que es
difícil tener una red -a mayores de la local- que llegue a todo el territorio.
Ical cuenta con unos 15 corresponsales literarios fuera de Valladolid y otros
tantos fotógrafos de prensa.
P.- ¿Cómo se entera una
agencia de todas esas “noticas de última hora”?
R.-
Como el resto de los medios: tenemos rutinas de trabajo (llamada al 112,
Guardia Civil, Policía....) y fuentes en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del
Estado, la sanidad, los partidos políticos, el gobierno... que nos avisan. Pero
lo más importante no es la última hora, como el seguimiento diario y continuo
de los temas para saber en qué momento se encuentra cada una de las cuestiones
informativas (una negociación, un conflicto laboral, un proceso legislativo...)
y darlo en el momento oportuno.
P.- ¿Qué sería de los medios
si no existieran las agencias? Sois vitales para ellos, yo he hecho prácticas,
por ejemplo, en Onda Cero, y la reunión en la que se decide a qué convocatorias
se va a asistir y a cuáles no da tiempo se hace en base a la lista de “eventos”
que publican las agencias de noticias el día antes… Por lo tanto no es sólo una
cuestión de “recoger textos escritos por otros”, es que sin las agencias
resultaría más difícil incluso cuadrar la agenda del día…
R.-
La proliferación de convocatorias informativas convierte la agenda en un bosque
que hay que desbrozar. Una de las partes más importantes de nuestro trabajo en
la agencia -que generalmente hace un redactor jefe y recibe el visto bueno del
director, lo que indica su importancia- es decidir la agenda informativa que la
agencia va a cubrir al día siguiente. En muchos casos, es en este punto donde
recibes más presiones externas: empresas de comunicación, instituciones....
para que sus acontecimientos salgan en nuestra agenda. Una vez más se trata de
ofrecer un servicio a nuestros clientes -medios de comunicación, empresas e
instituciones- y que lo utilicen para sus planificaciones diarias.
P.- ¿Cómo se decide, en el
caso de la agencia que diriges, qué información será privada, de pago, con
acceso con usuario y contraseña, y qué información se publicará de forma
gratuita en IcalNews?
R.-
En nuestro caso, toda la información es 'de pago', mediante usuario y
contraseña. Lo que entra en IcalNews es únicamente el titular y tres o cuatro
líneas del inicio de la noticia, pero lo que tiene valor es la noticia
completa.
P.- ¿Cómo afectan las nuevas
tecnologías (quizá ya no tan nuevas) como Twitter al trabajo diario de una
agencia de noticias? Quizá gracias a ellas resulta más fácil para cualquier
periodista (de agencia o no) enterarse de las últimas novedades, restando peso
a la agencia de noticias…
R.-
Las nuevas tecnologías pueden facilitar el trabajo. Soy de una generación -40
años- que cuanto empezó en los medios había máquinas de escribir (1993); cuando
organizamos la primera delegación de Europa Press en Valladolid (1996) no había internet y se tenía que trasmitir
aprovechando una banda de Telecinco, de tal manera que cuando había niebla en
Valladolid el teletipo salía cortado. Incorporamos internet como una fuente de
información y no como una herramienta y no se podían enviar fotografías porque
costaba más el aparato para hacerlo (en dinero y en tiempo) que el beneficio
obtenido. Guardábamos la documentación en cajas de cartón y la memoria era una
de las cualidades más valoradas de un redactor que, ante la ausencia de otras
fuentes, tenía que echar mano de ella. En mi primera campaña electoral (1995)
tenía que grabar la crónica de radio en un contestador automático y poco antes
los móviles iban en una maleta con 20 minutos de autonomía. El cambio
tecnológico ha sido impresionante y ha facilitado la comodidad y la rapidez de
trasmisión. Sin embargo, lo fundamental del trabajo periodístico no ha cambiado:
el periodista debe encontrar y seleccionar hechos, datos, información
importante e interesante y someterla a un proceso INTELECTUAL para convertirla
en noticia, en el sentido más noble del término. Es un trabajo intelectual que
no pueden hacer las máquinas ni los bits de los ordenadores. Las redes sociales
pueden servir de fuente primaria, con muchas cautelas y sometidas a los
procesos de contraste y elaboración de información que cualquier rumor o
apreciación que se oiga en la calle. Insisto: la agencia de noticias da
garantías de rigor que no ofrece una red social.
P.- McCombs enunció la teoría
de la Agenda Setting, según la cual los medios de comunicación “dictan” los
temas de interés para la sociedad… ¿Tienen ese poder las agencias con respecto
a los medios de comunicación? ¿Publicáis absolutamente cualquier información
que llegáis a conocer (y contrastar), o aplicáis filtros?
R.-
Una afirmación de ese tipo requeriría alguna investigación. De alguna manera,
nuestras previsiones, en tanto en cuanto seleccionan, influyen en la agenda
informativa de los medios, pero, por ejemplo, en la prensa escrita, los temas
propios tienen una mayor influencia sobre los temas de interés para la
sociedad. Las informaciones de agencia tienen el mismo proceso que el resto de
medios: no podemos publicar todo lo que nos llega; seleccionamos de acuerdo a
criterios de noticiabilidad -cercanía, interés, novedad, afectación...- y eso
es lo ofrecemos a los clientes, elaborado de forma periodística.
Clara Berbel