Nos remontamos al año 1515, cinco siglos atrás, para señalar el nacimiento de Santa Teresa de Jesús un 28 de marzo en Ávila. Fue beatificada por Pablo V en 1614, canonizada por Gregorio XV en 1622, y nombrada doctora de la Iglesia Universal por Pablo VI en 1970, la primera mujer de las tres actuales.
La exposición Huellas y moradas que se encuentra en la iglesia de San Bernado es una de las citas importantes del V Centenario del Nacimiento de Santa Teresa en Palencia, una de las 17 ciudades por las que pasó y dejó su marca.
La muestra está compuesta por más de 70 piezas de pintura, escultura, reliquias, libros y objetos, tanto devocionales como cotidianos, que tienen como objetivo acercar la figura de la Santa y el contexto histórico en el que vivió.
Las piezas que dan vida a esta exposición proceden de las Madres Dominicas, las Madres Carmelitas, el Monasterio Cisterciense de San Andrés de Arroyo y de los Padres Carmelitas. También de las parroquias de Dueñas, Magaz de Pisuerga, San Román de la Cuba, Paradilla del Alcor y Barajores. Huellas y moradas está articulada en ocho capítulos: Un siglo especial; Una vivencia especial; La reforma de la iglesia; Teresa reformadora; Los escritos de Teresa; La andariega en Palencia; El palomarcico Palentino; y por último, Las huellas de Teresa.
Santa Teresa llegó a Palencia a finales de 1580 y se instaló provisionalmente en unas casas de la calle Colón y, más tarde, en otras junto a la iglesia de San Bernardo, entonces ermita de la Virgen de la Calle. De ahí que se haya elegido esta iglesia como sede de la exposición.
La muestra permanecerá abierta hasta el 3 de mayo y puede visitarse de lunes a viernes de 19 a 21 horas, los sábados de 12 a 14 y de 19 a 21 y los domingos de 12 a 14.
Sin duda, una buena oportunidad para que los palentinos, definidos por la Santa como “gente de la mejor masa que yo he visto”, conozcan mejor su historia.
Beatriz Santos
Beatriz Santos
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