Alejandro Arestegui es el encargado de dar vida a
Tom, personaje de la obra de teatro El Zoo de Cristal, del autor Tennesse
Williams. Tom es el hijo ambicioso que se debate entre el deber de cuidar a su
familia y el deseo de salir al mundo, que alimenta yendo al cine y soñando con
las vidas de los personajes de las películas. Esta obra, que está obteniendo
todo el calor del público por cada escenario que pasa, se podrá disfrutar en el
Teatro Principal de Palencia este jueves 26 a las 20,30 horas y continuará de
gira por diferentes puntos de la geografía española durante los próximos meses.
Beatriz Santos:
Han actuado con esta obra en el Teatro Fernán Gómez de Madrid y desde diciembre
están de gira por España. Tras estos meses de representación, ¿cómo ha sido la
acogida del público con la obra El Zoo de Cristal?
Alejandro Arestegui: La verdad es que muy buena. La
gira está siendo muy grande, la están programando mucho y normalmente el teatro
suele estar lleno. En las últimas funciones en los teatros El Escorial de
Madrid y Liceo de Salamanca el aforo ha estado hasta arriba. Además, yo creo que
la gente sale encantada. Normalmente no tenemos muchos comentarios negativos
así que todo es positivo en esta función.
B. S: En principio
la gira está programada hasta mayo, ¿se tiene previsto ampliarla teniendo en
cuenta el éxito que está teniendo?
A. A: Justo nos han confirmado esta semana que la
han vuelto a contratar para entrar en los meses de junio y julio en el Teatro
Bellas Artes de Madrid. La previsión es volver a entrar en Madrid porque en
julio todavía hay bolos y nos acaban de mandar también una lista con fechas
hasta diciembre de 2015 con posibilidad de ampliar si se sigue demandando tanto
por los programadores, como por el público. La obra está teniendo muy buena
acogida.
B. S: ¿Cómo
definiría a Tom, su personaje en esta obra?
Cuando me puse a trabajar en el personaje, al saber
que era la obra más autobiográfica de Tennesse Williams leí biografías de él
antes deponerme con otras obras. La primera que leí fue una biografía publicada
en los años 80 y una vez que conocí un poco su vida ya comencé a leer muchas de
sus funciones. Este dramaturgo tiene muchas obras publicadas, incluso relatos
cortos y en casi todas ellas se ven referencias a muchos capítulos de su vida,
pero en especial, en El Zoo de Cristal. En esta obra lo que existe es más una necesidad
de expresar un sentimiento de culpa que Williams tenía. Cuando él se fue de
casa su madre hizo que ingresaran a su hermana en un psiquiátrico porque tenía
problemas y le hicieron una lobotomía. Él siempre cuenta que se sintió muy
culpable por ello. De esa necesidad autobiográfica y de expresar un sentimiento
de culpa por haber abandonado a su hermana nace El zoo de cristal. Aunque es su
obra más autobiográfica hay cambios en algunos datos, creo que por suavizar o
por respeto.
B. S: Cuando tiene
que interpretar un papel, un personaje, ¿cómo es esa preparación?
A. A: Para mí cada personaje tiene una preparación
diferente. En el caso de El Zoo de Cristal como mi personaje es Tennesse
Williams (Tom), en el momento que vi que era autobiográfico y que contaba un
poco su vida lo que hice fue investigar. Al ser un personaje público había
mucho escrito, hasta una biografía muy buena, entonces en este caso si pude
leer mucho sobre él para construir a Tom. Leí mucho sus obras que tienen algo
que ver con su vida y la poética que tiene, vi muchas películas hechas de obras
de Tennessee Williams. De El zoo de cristal es de lo que menos quise ver para
no influenciarme, he visto después de haber estrenado la obra. Además de leerme
sus obras, como muchas de ellas tienen versión en cine, me empapé de las
películas para ver un poco como era su mundo. En este caso había mucha
información. Otras veces te puede tocar un personaje en el que tienes que
recurrir a otros sitios para buscar información. Por suerte en este había mucho
tanto escrito, como en internet. He tenido fácil el estudio, luego
interpretarlo es diferente (risas).
B. S: Ha trabajado
como actor de teatro, de cine y de televisión. ¿Qué mundillo le apasiona más de
los tres?
A. A: Yo entré en la escuela de arte drámatico y ya
había hecho teatro en el colegio, pero yo siempre he sido muy fan del cine. En
mi casa no había pasión por el fútbol como en casi todas las casas españolas y
recuerdo que mi padre compró un video cuando yo era pequeño, creo que de los
primeros que hubo en Avilés. Desde siempre he tenido mucha influencia con el
cine, he visto muchísimo y creo que mi pasión arranca de ahí. Con el tiempo,
una vez que empecé a trabajar sobre todo en teatro, me he dado cuenta que más
que un código y la manera de trabajar que tienen la televisión, el teatro y el
cine, lo que me apasiona, es el proyecto. Es decir, el texto, los compañeros,
el personaje, el director…Siempre que puedo elijo el proyecto. De repente uno
de teatro me puede gustar menos y uno de cine con un director y un personaje
estupendo me apasiona más, o al contrario.
B. S: ¿Es
importante, a la hora de trabajar, la relación con los compañeros?
A. A: Importantísima. A veces trabajas con
compañeros que no habías tenido antes la oportunidad y tienes una química con
ellos brutal. Otras veces trabajas con alguien que ya conoces y sabes que te
entiendes bien, que tienes química, que va a ser fácil desde un inicio y eso
son siempre puntos a favor. También hay casos en los que te toca trabajar con
actores a los que admiras. Recuerdo que en una de mis primeras obras hacía de
mi padre Emilio Gutiérrez Caba, que era un actor al que yo había visto antes en
muchas películas y del cual era fan. Cuando me llamaron para hacer un proyecto
con él, en el que hacía de mi padre y tenía casi todas las escenas con él fue
algo muy emocionante.
B. S: Cuando le
toca trabajar con alguien que no tiene tanto ‘feeling’, ¿cómo se lleva?
A. A: (risas) Es muy delicado gestionar eso.
Intentas tirar, sobre todo cuando pasan los años, de técnica o de oficio.
Buscas todas las armas para que el proyecto salga adelante. A veces encuentras
a alguien con el que no tienes tanta química pero bueno, muchas veces eso acaba
rompiéndose y luego si se la encuentras.
B. S: También ha
desempeñado la faceta de director, si tuviera que elegir entre actuar o
dirigir, ¿por cuál se decantaría?
A. A: Actuar. Casi todo lo que he dirigido ha sido
porque me lo han propuesto. Es verdad que me gusta y cada vez más porque no
deja de tener un vínculo con mi profesión y disfruto bastante con ello. Empecé
como ayudante de dirección porque me lo ofrecieron, era trabajo y me venía muy
bien, pero ha sido algo casual que yo no he buscado. Nunca ha habido un
proyecto por el que yo haya peleado para dirigir. Mi pasión es la actuación y a
ella le debo el dirigir.
B. S. La cultura
española soporta el IVA más alto de toda Europa, como profesional que le afecta
de forma directa, ¿qué opina al respecto?
A. A: El 21% no afecta sólo al público cuando va a
pagar una entrada, sino que afecta directamente al empresario. Cuando éste
tiene que pagar un 21% tiene un margen de beneficio más pequeño y eso repercute
en los sueldos, en el tipo de proyectos que se hacen y va todo en cadena.
Teniendo en cuenta las cifras del IVA cultural en otros países de la Unión
Europea y es verdad que en España es desmesurado. Por esta razón hay tantas
protestas desde los actores, asociaciones de empresarios e incluso la misma
política se replantea la bajada o juega con ello. Cuando pasa esto es porque
hay un problema y lo saben. Esto afecta directamente a la cultura, no sólo
desde el punto de vista del espectador, sino también del empresarial.
B. S: ¿Qué proyectos tiene en mente?
A: De momento tengo gira de El Zoo de Cristal hasta diciembre, con posibilidad de continuar y también estoy pendiente de que me confirmen una película para grabar a finales de año.
Beatriz Santos
B. S: ¿Qué proyectos tiene en mente?
A: De momento tengo gira de El Zoo de Cristal hasta diciembre, con posibilidad de continuar y también estoy pendiente de que me confirmen una película para grabar a finales de año.
Beatriz Santos
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