Aun estamos en marzo pero, yo ya sueño con mis vacaciones. Mi próximo destino: algún lugar por descubrir en el que perderme y encontrarme. Pasear por ciudades o pueblos llenos de historia, conocer a sus gentes, degustar comidas distintas, probar los gin-tonics de otro país. En una palabra, viajar. Y, como yo, supongo que estamos la mayoría. Viajar es el nuevo vicio pero a muchos nos pasa, ¡no podemos costearnos un vicio tan caro! Por suerte, y aunque resulte difícil de creer, existen lugares en este mundo que resultan asequibles.
Por ejemplo en Sofía, capital de Bulgaria, tras recorrer sus calles llenas de siglos de historia y visitar la Catedral de San Alejandro Nevski, puedes tomarte un café por cincuenta céntimos y encontrar alojamiento por menos de 30€ por pareja.
Si prefieres destinos polacos, atento a Varsovia o Cracovia. Varsovia, conocida como la Ciudad del Héroe fue destruida en la Segunda Guerra Mundial, pero ha sido restaurada minuciosamente. Degustar un buen menú puede costarte unos 6€ y pasar la noche en un hotel de cuatro estrellas no te costará más de 50€. Pero Cracovia es aún más barata. De hecho, volar hasta allí con una compañía low cost puede costarte menos de 60€.
El precio sube ligeramente en Budapest pero, aun así, es de los destinos más baratos. La conocida como “la perla del Danubio” tiene mucho que ver y, además, costes bajos. Una habitación doble en el centro te costará 50€ y una cena para dos unos 25€. Aunque, debemos evitar los locales de “guiris”, donde los precios son desorbitados.
Y por último Riga, en Letonia. Pasear por sus calles es como introducirte en un cuento de hadas y reponer fuerzas en pleno centro no cuesta más de 8 o 9€. Si después quieres descansar en, por ejemplo, ¿un hotel de tres estrellas?, bien, pues la noche puede salirte por 30€.
Y esto no es nada si pensamos en todo lo que nos pueden ofrecer estos lugares. Ciudades bonitas, interesantes y divertidas que no resultan tan caras como algunas de Europa central. Al menos de momento. Se merecen una oportunidad ¿no? Yo al menos, se la voy a dar.
Alba Campo
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