Cristina Sardón y Alfonso Rojo en la redacción de PeriodistaDigital en Madrid |
Un permiso de clase, unas preguntas
escritas a mano bajo el brazo y un billete de tren fueron los tres elementos
que me impulsaron a la redacción de periodistadigital en Madrid, el pasado 12
de Mayo.
Para quienes anden despistados, Alfonso
Rojo es un periodista, escritor, tertuliano de televisión y
corresponsal de guerra español,
actual director de Periodista Digital. Comenzó su trayectoria profesional como fotógrafo
en los inicios de Diario 16
y después como reportero de guerra, convivió con los guerrilleros sandinistas durante la guerra civil nicaragüense y también estuvo presente en el
derrumbamiento del Muro de Berlín en 1989. Formó parte del equipo fundador de El
Mundo. Durante esa época retrató
la Guerra del Golfo, la Guerra de Irak y el conflicto armado
de Afganistán. Actualmente, colabora con el diario ABC como columnista y participa en
diversas tertulias de actualidad, principalmente en programas de radio como Es la mañana de Federico (EsRadio)
y Las mañanas de RNE.
El motivo que me llevó a querer
entrevistarme con este corresponsal de guerra fue la realización de un reportaje
sobre la actual situación del periodismo en lugares de conflicto. Por si
alguien no conoce la dinámica de un reportaje, se necesitan fuentes personales
para dar credibilidad al texto y obtener información que no podemos encontrar
en otros documentos. Era un reto difícil, pero no imposible. Con ayuda y un par
de llamadas conseguí una cita. Me ofrecieron la posibilidad de grabar la
entrevista por teléfono pero, sinceramente, el encuentro en persona es mucho
más enriquecedor, puedes percibir muchos más detalles por la comunicación no
verbal que por una simple conversación por teléfono.
Por suerte, Alfonso Rojo,
a pesar de ser un hombre muy ocupado, acostumbra a recibir estudiantes, por lo
que en ese aspecto se mostró accesible y no puso ningún inconveniente. Es mucho
más cómodo quedarse en casa y conseguir en apenas 10 minutos un testimonio útil pero, ¿y la emoción de
conseguir la entrevista en persona con un periodista de ese calibre? Para
conseguir las cosas hay que moverse, hay que ser valientes.
Hay nervios, hay emoción por conocerle, Rojo tiene mucho que contar y yo mil preguntas que hacerle pero que se tienen que reducir por falta de tiempo. Tenía que ser exacta, pero es inevitable que durante la conversación surgieran otras preguntas que no estaban en mi medio folio. Durante los 40 minutos (desde que entré por la puerta hasta que salí por ella) olvidé que tenía grabadora, olvidé que soy estudiante de periodismo, por un momento era Cristina escuchando las mil historias que podría contarme aquel hombre, tan cercano y amable. Parezco pelota, me da igual. Cualquiera que estudie periodismo sabe lo importante que es hacer tus primeras entrevistas a personas notables del sector. Le conté mi proyecto y no dudó en regalarme uno de sus libros firmado para que mi documentación fuera mayor y que posibles dudas fueran resueltas durante su lectura.
Hay nervios, hay emoción por conocerle, Rojo tiene mucho que contar y yo mil preguntas que hacerle pero que se tienen que reducir por falta de tiempo. Tenía que ser exacta, pero es inevitable que durante la conversación surgieran otras preguntas que no estaban en mi medio folio. Durante los 40 minutos (desde que entré por la puerta hasta que salí por ella) olvidé que tenía grabadora, olvidé que soy estudiante de periodismo, por un momento era Cristina escuchando las mil historias que podría contarme aquel hombre, tan cercano y amable. Parezco pelota, me da igual. Cualquiera que estudie periodismo sabe lo importante que es hacer tus primeras entrevistas a personas notables del sector. Le conté mi proyecto y no dudó en regalarme uno de sus libros firmado para que mi documentación fuera mayor y que posibles dudas fueran resueltas durante su lectura.
De vuelta a casa no podía apartar la vista
de esas páginas, de los relatos que había en ese libro que ahora guardo en
la estantería como un tesoro. Porque un libro deja de ser un simple libro cuando
adquiere valor sentimental. Esto es sólo el comienzo, espero añadir muchos más
a la lista. Y mi consejo es, si estoy en posición de dar alguno, que si algo
os gusta de verdad hay que luchar por ello, hay que sacrificar tu tiempo porque
la recompensa siempre será enorme.
El mundo se hizo para los valientes.
El mundo se hizo para los valientes.
Cristina Sardón
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