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martes, 26 de mayo de 2015

María Pardo, directora de Marie Claire: “Las revistas femeninas son la mezcla perfecta entre información y entretenimiento”

El periodismo en todas sus vertientes contribuye a informar, entretener y ofrecer distintas versiones de este mundo complejo que nos acoge. María Pardo de Santayana dirige desde hace más de un año la edición española de la revista Marie Claire. Periodista y mujer triunfadora, con una dilatada carrera en el ámbito de la comunicación, defiende que las revistas femeninas



Las revistas femeninas no se consideran periodismo en muchas ocasiones, reciben un trato mucho más duro que otras publicaciones sin embargo, cuentan con una gran difusión y son muy consumidas. ¿Dónde está la clave de su éxito?

Supongo que el éxito de las revistas femeninas es que son un compendio de muchas cosas que interesan a las mujeres: moda y belleza por supuesto, pero también estilo de vida, tendencias sociales, reportajes de psicología, relaciones, trabajo, agenda, actualidad y en el caso específico de Marie Claire, también de periodismo de alto nivel y preocupación por la situación de las mujeres en todas partes del mundo.


Estos contenidos son acusados de invitar a la frivolidad, al consumo desenfrenado y a mantener los estereotipos respecto a la imagen de la mujer. ¿Cuál es su postura respecto a esto?

No podemos negar que vivimos en una sociedad consumista aquejada del síndrome de la obsolescencia inmediata. Las revistas deben ser entendidas como un entretenimiento, como el reflejo de la parte lúdica de nuestro ocio. Aunque sin olvidar como en el caso de Marie Claire que además de reflejar fehacientemente esa realidad intentamos servir de ayuda o guía para un consumo responsable apoyando marcas e iniciativas de moda sostenible y consumo justo, denunciando realidades poco éticas y ayudando a la mujer en su capacidad de decidir sobre su consumo y su ocio.


Son muchos los que dicen que la imagen que ofrecen estas revistas está muy alejada de la imagen real de la mujer. ¿Cuál es el motivo de que se sigan consumiendo?

Las revistas femeninas de alta gama son un reflejo de la parte más aspiracional de la moda y la belleza pero lo cierto es que la tendencia actual en ambos sectores es la de contribuir a formar tantas imágenes de mujeres como existen: así la belleza y la perfección academicista conviven hoy con la singularidad y bellezas personales de muchas modelos que se salen de los cánones estéticos habituales; incluso la edad ya no es cómplice de esta dictadura y grandes firmas usan como imagen de campañas a mujeres de avanzadísima edad. Las revistas y las marcas buscan la singularidad, el carisma y el estilo, y no se centran tanto en la imagen prefijada de lo que una mujer/modelo debe ser.



¿Cómo se trabaja en la redacción de Marie Claire?

Marie Claire está formada por una redacción dividida en áreas: moda, belleza, actualidad y estilo de vida. Cada área elabora su planificación a corto medio y largo plazo y mediante reuniones de redacción periódicas se establecen los contenidos editoriales, primero por temporada: primavera/verano y otoño/invierno y después mes a mes para la elaboración de los planillos que marcan la pauta de cada número. Una vez creado el planillo se van diseñando, escribiendo, editando y cerrando los diferentes temas que lo conforman hasta llegar al cierre total de la parte editorial del número. La siguiente semana se produce el cierre de publicidad, que trabaja en paralelo, y cuando ambos están acabados, se coordinan ambas áreas en términos de enfrentamientos y orden del planillo y se envía a imprenta.


¿Cuál es la imagen que se intenta transmitir de la mujer en las revistas femeninas de alta gama, como Marie Claire?

La de una mujer moderna, atenta a la actualidad, comprometida, educada, culta, urbana, con inquietudes culturales y sociales, en muchos casos profesional, con amplio interés y conocimiento de moda, curiosa, a la que le gusta estar informada de todas las áreas que considera de su interés.


¿Qué aportan a la sociedad las revistas femeninas?

Durante muchos años, especialmente en los primeros años de la democracia, las revistas femeninas han tenido una fuerte labor educadora, abriendo a las mujeres la puerta de la modernidad y haciéndoles plantearse muchos temas. Hoy las revistas pretenden ser más cómplices de sus lectoras. Se da por supuesto que las mujeres a estas alturas son plenamente conscientes de su situación, sus derechos y sus deberes, así que ahora se pretende analizar, seleccionar y canalizar el exceso de información existente y ofrecer a las lectoras una visión resumida, mejorada y analizada de todo ese exceso de información sin olvidar el factor entretenimiento, lo que los anglosajones denominan el ‘infotainment’, la mezcla perfecta de información y entretenimiento.


¿Considera periodismo este tipo de publicaciones?

Absolutamente sí. Un periodismo especializado.


Y por último: ¿cuál es el camino recorrido para llegar a la dirección de una revista de referencia como Marie Claire?

En mi caso, tras probar en radio y televisión, supe que las revistas eran mi medio de comunicación favorito y me centré en ellas. Empecé trabajando en investigación editorial en la adaptación edición española de Paris Match y una vez lanzada al mercado, me incorporé a la redacción como editora de estilo de vida primero y como redactora de actualidad después. Tras dos años, me llamaron de Prensa Española (hoy Vocento) para lanzar Blanco y Negro Mujer (en la actualidad Mujer Hoy) Allí volví a trabajar en investigación editorial hasta que se formó la redacción y me incorporé como Editora de Moda y Actualidad.

De ahí me ficharon en Grupo Cortefiel como Web Content Manager para gestionar sus 7 webs y posteriormente me convertí en su Directora de Internet, trabajo en el que me mantuve 5,5 años. Pero como las revistas era lo que más me divertía, cuando tuve la oportunidad volví a este sector; en este caso como Subdirectora de la revista GQ en Ediciones Condé Nast. Tras 9 años allí, me ficharon como Directora de Marie Claire, puesto en el que llevo 14 meses.


Este tipo de revistas, al fin y al cabo, ya no hablan solo de moda o belleza. Reivindican una feminidad, un espacio para la mujer absolutamente necesario en esta etapa en la que nos vemos inmersos. Por supuesto, no representan a todas las mujeres de la sociedad, probablemente ni siquiera todas las personas que consumen esta prensa se sientan identificadas al 100%, pero el hecho de que existan significa que lo femenino, ahora, también cuenta.

Alba Campo


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