Irse de Erasmus es una experiencia inolvidable y,
me atrevería incluso a decir que, un pecado para aquellos que no aprovechan
esta oportunidad. Tras un año de grandes vivencias, de conocer una ciudad
literalmente universitaria, de vivir en un país diferente, y de conocer
personas de todo el mundo, creo firmemente que me he conocido más a mí misma
que en el resto de mi vida. Sobre todo aquellos que nos hemos ido solos, sin
conocer a nadie, con un poco de miedo pero a la vez mucha ilusión, creo, hemos
sacado de esta beca muchas conclusiones positivas.
La ciudad que elegí yo fue Manchester, en el Reino
Unido. Descubrirla sola fue toda una aventura. Y sin duda se la recomendaría a
todo el mundo que se esté planteando en un futuro pedirse un Erasmus… ¡eso sí!
Prepárense para estudiar, ir a clase y hacer muchos trabajos, porque estamos
hablando de una de las universidades mejor consideradas de Inglaterra, con muy
buena fama y un prestigio que recorre el mundo entero. Te vas de Erasmus, sí…
pero también vas a aprender y a aprovechar la oportunidad de pisar una ciudad
donde la universidad es el centro de todas las relaciones, y la razón por la
que muchos viajan hasta allí.
Si por algo destaca Manchester es por su
espectacular vida universitaria; hasta tres universidades tienen su sede en la
ciudad del norte del Reino Unido. Como fruto de este movimiento estudiantil, la
ciudad cobra una vida nocturna que dura los siete días de la semana, y que
cuenta con una oferta muy amplia de restaurantes, pubs, y discotecas.
El primer amor de Manchester es la música. La
ciudad tiene de todo, desde pubs de música Indie y discotecas, hasta
actuaciones de jazz y conciertos de gran calidad.
Manchester ha cuidado mucho la decoración luminosa,
que consigue atraer la atención de cualquiera que camina por sus calles. Las
fachadas de los edificios más emblemáticos resplandecen con la luz.
En especial, y con motivo de la Navidad, la ciudad
se llena de luces y de color, con un mercadillo que se convierte en el centro
de socialización de la gran cantidad de culturas que conviven en Manchester.
Papanoeles gigantes, árboles de navidad, renos con narices rojas, y todo tipo
de figuras navideñas decoran, iluminados, la ciudad mancuniana.
También se celebra todos los años una noche de
fuegos artificiales espectaculares, La “Bonfire Night” hace partícipe a toda la
ciudad que vive esta noche como un evento especial en el que el cielo se satura
de colores y formas Manchester, como muchas ciudades británicas, cuenta con una noria. The
Manchester Eye se encuentra situado en Picadilly Gardens, justo en el núcleo de
la zona de tiendas, comercios y junto a la estación de autobuses urbanos. Por
lo que todo el que viva en la ciudad disfruta de estas vistas habitualmente.
Una fuente en el centro de la plaza baila con un juego de luces creando, con la
noria al fondo, un bonito contraste para la sensacion visual.
The Printworks, en
el centro de la ciudad, es en la actualidad el centro de la actividad nocturna.
Desde restaurantes chinos a mexicanos, pubs de copas a discotecas, e incluso
gimnasio y cine. Esta es la zona con más movimiento de toda la ciudad y
cuenta con numerosas discotecas y otros tantos “take aways” que se hacen de oro
diariamente. El despliegue de luces en la fachada del edificio es espectacular.
La noche recobra luz gracias a esta emblemática construcción que desde 1873 y
durante un centenario después, sirvió de imprenta a varios periódicos. Su
interior es muy interesante; es como entrar a un mundo aparte; a un mundo donde
a pesar de la predominación de la luz, y la afluencia constante de personas de
todas las edades, conserva impregnadas características de lo que antes fue una
fábrica; tubos y llaves industriales conviven con el nuevo centro de ocio de
Manchester.
Pero no solo el centro de la ciudad goza de impresionantes
juegos de luces. Salford, un barrio a aproximadamente media hora en autobús desde
Picadilly es particularmente, uno de los lugares mejor iluminados de
Manchester. Es donde se hallan todas los platós de televisión y la famosa
cadena británica BBC. Su ubicación, sobre el río y junto al muelle de Salford, conecta
con la calle principal a través de dos puentes que por la noche se convierten
en un deleito visual, junto a los edificios de las empresas de televisión, que
a su vez, se reflejan con el río.
Sin duda Manchester logró enamorarme. Su vida, sus
personas, la cultura, y lo moderna que es dentro de su aspecto industrial y
antiguo, se ha hecho con parte de mi corazón. No descarto ir algún día cercano
a probar suerte en los estudios y redacciones de la BBC en Salford, y quién
sabe, quizás me aventure a vivir algunos años allí. El único inconveniente que
le veo son las temperaturas… pero igualmente, ¡lo vale! Además la urbe
mancuniana se encuentra muy bien conectada al resto de ciudades inglesas, por
lo que irse un fin de semana a Londres, Gales, Escocia, Oxford, es cuestión de coser
y cantar.
Laura Acosta
0 comentarios:
Publicar un comentario