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martes, 14 de abril de 2015

El fenómeno podcast


Hace un año y medio que me lancé al mundo de los podcasts. Meses antes me había enganchado ya a varios de ellos, y un amigo y yo decidimos que podíamos probar a hacer uno nosotros mismos. En esta primera aventura utilizamos el estudio de radio de la universidad, para después subirlo a un servidor online (iVoox). En los doce episodios que duró no es que tuviésemos un gran éxito, pero sí que sobrepasamos las 5.000 escuchas, lo cual no está nada mal.

Las condiciones de la universidad para el uso del estudio de radio cambiaron y ello, unido a la falta de tiempo de ambos, llevó a su fin a aquel experimento. Fue entonces cuando decidí enrolarme en otro podcast junto a otras cuatro personas, pero en esta ocasión grabando cada uno desde su casa, todo por medio de internet. Ahora soy colaborador y presentador de dicho espacio, y durará lo que nosotros decidamos, puesto que solo dependemos de nuestros ordenadores y de la conexión para hacerlo.

El primer boom de los podcast llegó mediada la década pasada con la difusión de los reproductores de música y el formato mp3, que te permitían escuchar tus audios en cualquier momento y lugar. Después de esto el interés siguió creciendo, pero en los últimos años se había estancado e incluso descendido. Según los datos del medidor de audiencias Nielsen, en Estados Unidos en el año 2013 bajaron las descargas y escuchas de podcast con respecto al año anterior. Pero a vista de los datos de 2014, año en el que las descargas se dispararon hasta batir récords, se trataba solo de un descanso del fenómeno para coger energías.


El gran ejemplo de este renacer de los podcasts es Serial, una producción estadounidense de 12 capítulos en la que se repasaban las evidencias y se investigaba un crimen real ocurrido hace 15 años. Según iTunes, Serial es el podcast que más rápido ha llegado a los cinco millones de descargas de la historia, ha sido número uno en Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y Australia, y estuvo en el top 10 en Alemania, Sudáfrica e India. En estos momentos ha sobrepasado ya los 15 millones de escuchas en todo el mundo.


Liderados por Serial, han aparecido miles de podcasts que se han aprovechado de su éxito. Existen audios para todos los gustos, ya sean de deportes, moda, series, entretenimiento, cocina, humor… sea cual sea el hobbie que practiques, es probable que exista más de un podcast que hable sobre ello de manera regular. Aunque estoy hablando, claro, en inglés.

En España el efecto podcasting está empezando a arraigar, pero de otra manera diferente a la de nuestros compadres yankees. Aquí son las emisoras de radio las que están despedazando sus contenidos en forma de podcast para subirlos a la web y que se puedan descargar. Así, el más descargado en España es el de Cuarto Milenio (Cadena SER), seguido de cerca La rosa de los vientos (Onda Cero), Espacio en blanco (RNE) y La Parroquia (Onda Cero). Los productos realizados únicamente para internet aún no han cosechado demasiado éxito, aunque sí que hay emisoras que apuestan por ellos (Play Basket – Cadena SER) y si sigue la tendencia no sería extraño que ocurriese un boom como el de Estados Unidos.

Mi opinión personal es que así ocurrirá. Por ejemplo, porque la tecnología nos empuja a ello. Los coches avanzan hacia la radio por satélite y por internet. Los iPhones ahora vienen con una aplicación de podcasts incorporada. También, porque la situación de crisis en los medios puede llevar a profesionales de la comunicación a encontrar otras vías como estas para expresarse, como ha hecho, por ejemplo, Javier Gallego con su “Carne Cruda”, que perdió su espacio en RNE y la Cadena SER y ahora ha encontrado su nicho en internet, sin depender de terceros.

Además, los estudios que ha hecho Nielsen demuestran que los oyentes de podcasts son fieles e involucrados con los programas que les gustan. Según otro estudio de Edison Research, los consumidores de podcasts escuchan una media de seis episodios por semana. Una vez encuentran uno que les gusta, se convierten en devotos. Y existen más posibilidades de que se escuchen enteros en comparación con la radio. El oyente siente que tiene una relación, personal, con las personas que están al otro lado. Porque puede escucharlas cuando y como quiera.

Hace unas semanas hablábamos en esta web sobre el “Do it yourself”, y la creación de podcasts bebe de esa corriente. Hace falta verdaderamente poco para poder montar tu propio programa online si lo deseas.

Lo primero que necesitas, además de una buena idea, es un ordenador con conexión a internet, algo que hoy en día hay prácticamente en la gran mayoría de las casas. Después necesitarás un micrófono. En este aspecto es donde más puedes jugar con el dinero. Cuanto mejor sea el micro mejor será el sonido, y el audio tendrá mayor calidad. Pero se pueden hacer maravillas con cosas básicas. En mi caso utilizo unos auriculares más micrófono de la marca de Bill Gates que me costaron poco más de 30€, y cumplen con creces.

Una vez tienes lo anterior, necesitas un programa de ordenador que pueda grabar voz y comunicaciones. El software más utilizado para telecomunicaciones es Skype, y permite añadir extensiones que graban la voz, con lo cual puede valer. También hay opciones de pago que prometen un mejor sonido, como puede ser Mumble. Pero la calidad que da Skype por lo general es más que suficiente. Ahora que ya tienes el audio grabado siempre puedes editarlo, añadir músicas, etc. Con un editor de audio. Audacity es gratuito y te puede sacar de un apuro, o puedes utilizar el Sony Vegas pirata que te instaló tu primo o tu compañero de clase.

Ya tenemos el producto listo, ahora tenemos que publicarlo. Los dos principales servidores sin iTunes y iVoox. La ventaja del primero es que tienes plena compatibilidad con dispositivos Apple, pero lo malo es que en ocasiones ponen trabas y no puedes controlar el número de descargas/escuchas que tienes. iVoox es totalmente gratuito, fácil de utilizar, y te deja compartir el podcast por correo, por las redes sociales, o insertarlo en páginas web.

Con el podcast ya publicado, ahora lo que hay que hacer es promocionarlo, y la herramienta son las redes sociales. Puedes crear cuentas en Twitter, Facebook, Instagram, enviárselo a tus amigos, a tus enemigos, a tus familiares… toda la difusión que permiten las redes.

Lo último que necesitamos es paciencia y constancia. No sueñes con crear un podcast de la nada y que tras el primer capítulo tengas ya 1.000 escuchas. Lo importante es que lo hagas con atención y lo mejor posible. A partir de ahí, si hay un público al que le interesen tus contenidos, irán llegando.

Enrique García


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