El Periodismo es uno de los sectores más atacados por la crisis. Nada más terminar la carrera, lo habitual es que los sueldos de los graduados en Periodismo sean inexistentes o que ronden los 200 euros por realizar unas prácticas. Algunos afortunados pueden llegar a contar con un sueldo de unos 800 euros, pero no parece lo más común en estos momentos.
En
otros casos, son profesionales ya asentados en la profesión y con años de
experiencia los que se ven en el paro por los recortes de personal de los
medios de comunicación.
Ambos
tipos de periodistas pueden encontrar una salida, al menos de forma temporal,
en el periodismo autónomo o freelance. Según el Informe Anual de la Profesión
Periodística 2014 que presenta la Asociación de Prensa de Madrid, muchos periodistas que estaban
desempleados han optado por ejercer la profesión por su cuenta y emprender un
nuevo negocio o abrir un nuevo medio. En total, según se muestra en el informe,
ya son 406 los medios creados por profesionales del periodismo a finales de
2014.
No
todo es positivo para ellos, ya que el 60% de los periodistas autónomos han visto su
sueldo reducido en al menos un 30% (por el 10% de los que trabajan para una
empresa), pero los profesionales de la información que trabajan por cuenta
propia suponen ya el 30% del total en el sector.
Precisamente
la cuestión de saber cuánto cobrar por el trabajo es uno de los problemas de
los freelance, por lo menos al comienzo, al que se puede unir la falta de
capacidades negociadoras. Para eso lo más efectivo es establecerse un mínimo.
No siempre cobrarás esa cantidad, pero puede servir para tener una base.
En
otras ocasiones son los propios medios quienes ponen el precio. La herramienta
online Who Pays Writers
recoge una muestra de lo que pagan algunos de los principales medios
internacionales por artículos sueltos. Por ejemplo, en el único caso español,
El País, vemos que en agosto de 2013 pagaba 40 euros por una entrada de entre
800 y 2300 palabras en uno de sus blogs.
En The Sun lo acordado son mil dólares por un texto de entre 4.000 y 6.000
palabras. Otros pagan por palabras precisamente, como Cosmopolitan (dos dólares
por palabra por un ensayo de 1.200 palabras) o Yahoo! (un dólar por palabra por
un texto de entre 500 y 1.000 palaras).
Lo
primero que tiene que tener en cuenta un periodista freelance a la hora de
ponerse a trabajar es que no es un súper hombre, que no va a ser capaz de
añadir horas al día, o días a la semana. Tiene que ser consciente de cuáles son
sus límites, también porque cuanto menos tiempo tenga para hacer un trabajo,
peor será su resultado. Hay casos de freelance que sufren crisis de ansiedad
porque no saben si cobrarán al mes siguiente, lo que crea apneas nocturnas o
crisis de ansiedad. Y ante esta incertidumbre se aceptan más trabajos de los
que se pueden llevar a cabo por el miedo que da que la próxima vez no cuenten
contigo, con lo cual se produce un efecto de bola de nieve.
Por
eso es importante aprender a vivir de ello, ponerse unos mínimos económicos
como hemos comentado antes, pero quizás también unos máximos en cuanto a número
de trabajos para poder cumplir con garantías en los que se lleven a cabo.
Actualmente
muchos proyectos periodísticos independientes se han asegurado su viabilidad
gracias a la popularidad de las plataformas de micro mecenazgos o crowdfunding.
En estas se propone un sistema de recompensas para aquellos que aporten
pequeñas cantidades de dinero con el objetivo de lograr financiación.
En
Verkami, por ejemplo, se financió Ciutat Morta, un documental de investigación sobre los
hechos ocurridos durante una actuación policial el 4 de febrero de 2006 y que
ahora recoge premios en festivales. O NbaManiacs, una página web dedicada a noticias del
mundo del baloncesto. En esa misma plataforma encontramos más de 80 proyectos relacionados con el periodismo.
A
nivel mundial, el sistema de crowdfunding más conocido es Kickstarter. También
aquí la cantidad de proyectos periodísticos que se proponen es tan alta que
tienen su propia sección. Aquí se financian revistas, podcasts,
reportajes, escuelas de periodismo…
Algo
diferente es el proyecto Contributoria, creado por The Guardian Media Group. En
este enlace podéis encontrar una explicación sobre su
funcionamiento. Básicamente consiste en que los periodistas independientes
exponen su ideas y cualquiera puede opinar sobre ellas, o incluso proponer
nuevas ideas. Al final, las piezas que logran apoyo de la mayoría de los
usuarios son publicadas, y el periodista recibe un dinero.
Ser
realista a la hora de plantear el presupuesto para un proyecto es otra de las
claves. Nadie dice que se deban lograr más de cinco millones de euros a través
de corwdfunding, como ha conseguido Pedro J. Ramírez con El Español, pero hay
casos que pueden resultarnos más cercanos. Como, por ejemplo, el de Jordi Pérez
Colomé, que precisamente ficha ahora por El Español tras haber mantenido su
blog Obamaworld durante años por medio de los micro mecenazgos, costeándose
incluso un viaje a Estados Unidos durante la campaña electoral de las últimas
elecciones presidenciales.
Al
final, la creatividad y las ganas de trabajar son los elementos que suelen
llevar a estos proyectos a triunfar.
Enrique García (@KikeGarciaL)
Enrique García (@KikeGarciaL)
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